Por Jaime Estrada
En los contratos de pistoleros de precio no existe contrato eterno y Chico Corrales esta en la mira de uno de los gatilleros ligeros que están haciendo ruido en la tarima en llamas y cuando el crepúsculo se oculto en el horizonte en un día lluvioso Castillo lanzo su mensaje de al tiro a los ligeros que se le crucen en el camino.
Kid Díaz como sustituto de calibre anduvo divulgando que Castillo no era tan Temible como lo pintaban y comprobó en carne propia su gran error de encerrarse en un callejón con el campeón ligero que encogiéndose de hombros contestaba a todo el que le importara que muchos le pronosticaban que le había llegado la hora de bajarse del trono pero en contrario otra boca mas con vergüenza se cerraba.
José Luis se presento peloncito a su defensa y con su cinta roja en la cabeza como herencia del gran Julio Cesar Chávez para su cita de guantadas pagadas.
Julio El Kid confiaba demasiado en su astucia y velocidad para dominar al veterano de 58 duelos de ellos 1 inválido y 6 descalabros 4 de ellos detenidos por cortadas pero también con reputación de ser un doctor de la tarima con 45 anestesias a su honra.
Julio Díaz con sus números de 30-2, 22 cloroformos hizo muchos planes, desde la letra A hasta la D pero acabo con Zeta en la maceta, aunque con sus cambios de guardia hizo notar sus pretensiones y no se acobardo ni un pelo a todo intercambio de reclamo.
José Luis tomándose su tiempo estudiaba a su rival para ofrecer un tango y con su música empezó a poner fuego en cada intento.
El Kid todavía entretenido con constantes cambios de guardia ponía golpes en secuencia sin afrentarse por precaución de una quemada de lava al escupida del volcán que bramaba a punto de erupción.
Pero intrépido en el canjeo se ponía enfrente de Castillo para ver quien cortaba mejor el cartucho. Díaz haciendo gala de buen boxeo seguía combinando sus guardias de convencional a zurdo y viceversa sin dejar rendijas ponía guantadas a su boleta tratando de no ser aprisionado bajo ninguna circunstancia.
El Kid había apostado todo por saber el valor de José Luis como campeón que mas suelto de puños ponía su firma con letras mayúsculas en la humanidad del retador que no rajaba leña pero tampoco convencía con sus estrategias de descontrolar asimilando diferentes cambios de guardia.
Para cierre de la cuarta ronda se produjo un choque de testas con El Kid mas perjudicado con un boquete en la ceja muy cerca del ojo izquierdo.
El referí Richard Steele quien dejo de ser promotor para su retorno a peleas de campeonato hizo notar a los jueces de que no fue cabezazo predemitado.
En la séptima ronda las cosas empeoraban para Díaz que recibió un impacto que para su desgracia le agrieto el lado derecho de sus ojos y sin duda su vista se empeoraba.
El Temible ya no tomo prisioneros y empezó apretar las tuercas a su máximo con el fruto de su esfuerzo al pie del cañón cuando en el décimo rollo El Kid probo un siniestro gancho y a las canvas fue a dar, se levanto dando lastimas con sus ojos de mapache y José Luis diestro en terminar la faena en situaciones similares opero con pericia y El Kid dejo su alma empeñada en el campo de batalla pero el referí le tuvo clemencia salvándole lo que su corazón no le dictaba pues era ya una paliza innecesaria que por su gusto no detendría ni aunque lo sacaran en camilla de paramédicos.
Con su triunfo por la vía de la anestesia José Luis dice que ya no habrá mas perros para su encuentro unifica torio con Diego Corrales y su correa ligero OMB.