Julio Cesar Chávez júnior en vísperas de la pelea de su vida.
Por Jaime Estrada
Alfonso Gómez hizo un reto oficial a Julito que respondió que esta puesto para cualquier duelo en el horizonte de las grandes peleas, pero por lo pronto dio cuenta de Louis Brown que hizo la mayoría de sus peleas 15-2, (10 KO’s) mientras estaba en el servicio de La Fuerza Aérea.
El llamado “Downtown” llego con una camiseta que decía “Tengo un sueño” a terreno hostil donde se le quiere a Júnior como se le quiso al padre.
El chavito pronto hizo gala de su gancho de zurda en pelea superwelter.
Brown con la disciplina heredada del servicio a su patria mostraba su boxeo bien educado y la serenata de disparos la ponía a su son y ton en una nota notoria para la danza del oso que le gratificaba con la balanza en su favor ante los casi 1000 fanáticos al deporte de las cachetadas de cuero.
Para la tercera ronda Brown respondía como podía a las pedradas con brújula de Julito que ponía otra vez la orquesta del dolor con tandas que auguraban su victoria.
En el cuarto asalto el negrito hizo el pasito del borrachito y puso rodilla para después con nuevos bríos tratar de imponer respeto a su fortaleza, ya que no sentía lo duro sino lo tupido. Júnior con calma seguía su plan de hacerle trizas el espíritu combativo y se acercaba con cautela para poner una extra tocada.
El referí decidió que ya sus ojos habían vista demasiado castigo y se interpuso antes del ocaso del quinto asalto.
En comentario Julio dijo que si le gustaría un encuentro contra el verdugo de Arturo Gatti que es el tapatio Alonso Gómez quien agarro fama por su valentía en el programa de realidad simulada The Contender donde obtuvo un decoroso segundo lugar.