Por Jaime Estrada

Oscar de la Hoya estaba acomodando los planos de imperio promocional a pasos agigantados y su comodín para el tiro de gracia en bien de la empresa estaba a cuestas de Marco Antonio Barrera al que se le ofreció no solo un sueldo sustancioso sino ser parte de la propaganda en sus propios eventos.

La cita para su primera pelea estelar fue el 15 de noviembre del 2003 en el Mandalay Bay contra un filipino que andaba haciendo mucho ruido: Manny Pacquiao.

Dicho acontecimiento sucedió en el Alamodome pero el resultado fue adverso al pronosticado por los expertos en la materia del mamporro alquilado.

El escenario estaba montada para darle la buenaventura a Barrera y la noche se le convirtió en una pesadilla de la cual todavía despierta y no la olvida.

Pac Man como rival designado no era muy conocido de este lado del Pacifico, se sabia su valentía pero no su ferocidad con la competencia de calidad.

Y a pesar de que en el boxeo no sirven para nada las excusas hagamos una reconstrucción de los pormenores ya que el tapatío residente de la capirucha traía desconectado su amuleto de buena suerte cuando un incendio en Las Montañas de Big Bear lo obligo a cambiar de campamento, sus problemas legales con su ex promotores, rumores de un tumor en el cerebro, disputas por impuestos y una avalancha de envidias de plano contribuyeron para desconcentrarlo.

Del otro lado de la moneda Paquiao con hambre de gloria no le importo ceder la ventaja de ser el más chico porque tuvo que subir a la escalera para su duelo con el mexicano.

Pac Man puso en evidencia que el apelativo inferior no tiene ciencia en el diccionario del boxeo internacional y para demostrar su talento puso una estampa que dejo a los fanáticos atónitos por lo que sus ojos presenciaban.

Marco Antonio no solo perdió por cloroformo en 11 episodios, sino que quedo confundido, desalentado, agobiado y contrariado por haberle fallado a su patrón, socio y amigo en su afán de solidificar su empresa boxística.

Pero Oscar de la Hoya no perdió la fe en Marco y le firmo una pelea contra Eric Morales.

Barrera salia con el brazo en alto y Manny quien había empatado contra Juan Márquez

Fue invitado a pelear contra el mismo Eric Morales, al cual pudo derrotar para el desempate de una comedia de 3 extraordinarias batallas consumadas.

Por ironía del destino la siguiente pelea de Morales fue contra el filipino que retorno con nuevos bríos para ganar la revancha y el desempate para no dejar dudas de quien era el mejor. Sin lugar a dudas las peleas contra El Terrible consagraron a Manny quien perdió una campaña por un puesto político allá en las Filipinas pero ya con sus asuntos personales a un lado retorna a lo que lo hizo una estrella del entarimado. Su ferocidad sin límite. Pero con su popularidad desato una disputa legal entra Golden Boy y Top Rank que haciendo a un lado sus desacuerdos le brindaran a la afición lo que sin duda será una gran pelea donde el favorito esta vez será Manmy Pacquiao quien por lo que se sabe sin la voz de un juez es representado por Bob Arum.

Marco dice que esta pelea será su despedida del boxeo y quiere irse con el brazo en alto.